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La muerte y el vínculo con la vida.

  • 31 oct 2021
  • 5 Min. de lectura

La definición médica de muerte es: El cese de la actividad integrada del organismo, que se manifiesta con una serie de signos clínicos (cese irreversible de las funciones cardiorrespiratorias o de todas las funciones del encéfalo). No existen estados intermedios entre la vida y la muerte: sólo cabe que dicha actividad vital orgánica se mantenga (aunque sea con ayuda) o que ya no exista [1].

La muerte nos impacta de muchas maneras, hay un deseo profundo de perpetuar la vida y cada hallazgo, teoría o método para alargarla es un logro para la humanidad. La implicación de la muerte matiza diferentes áreas de la vida de un ser humano y fundamentalmente se vive con temor, la rechazamos, la negamos y la ignoramos, “no hablemos de eso”.

¿Y si descubriéramos que la muerte no existe? ¿Si descubriéramos que solo es una percepción desde este estado de “vida” del cuerpo, pero que después de la “muerte” hay mas “vida”? ¿Que dice la ciencia al respecto?

Científicos cuánticos han revelado lo siguiente


“En el mundo que vemos a diario la muerte es una sentencia inevitable, pero, a nivel cuántico, un grupo de partículas se rebelan contra el destino y parecen lograr la vida eterna. Al menos eso es lo que asegura un estudio reciente de científicos de la Universidad Técnica de Múnich (TUM), en Alemania.

A escala subatómica, las leyes que rigen a los seres y objetos que podemos ver a simple vista se comportan de manera distinta y hacen posible que ocurran fenómenos que normalmente nos parecerían inconcebibles.

En su experimento, los físicos teóricos concluyeron que, bajo ciertas condiciones, un tipo de partículas, llamadas "cuasipartículas", cuando están a punto de descomponerse son capaces de reorganizarse y "renacer" en un ciclo que puede repetirse de manera infinita. Por eso las llamaron "partículas inmortales". [1]

El científico estadounidense Robert Lanza asegura tener pruebas definitivas que confirman que hay vida después de la muerte y que ésta no existe. Según él nunca deja de haber vida, sólo se cambia la forma en cómo es percibida. Esta idea radica en la física cuántica, y en concreto en la nueva teoría del biocentrismo. La teoría del biocentrismo supone que la muerte no puede ser un evento terminal, tal y como la solemos considerar. El concepto de la muerte es un mero producto de nuestra conciencia porque nos asociamos con nuestro cuerpo y sabemos que los cuerpos físicos mueren. El profesor afirma que el biocentrismo explica que el universo solo existe debido a la conciencia de un individuo sobre él mismo y que los conceptos de espacio y tiempo sólo son meros instrumentos de la mente. "La vida es una aventura que trasciende nuestra forma lineal ordinaria de pensar; cuando morimos, no lo hacemos según una matriz aleatoria, sino según la matriz ineludible de la vida. La muerte no existe en un mundo sin espacio ni tiempo. La inmortalidad no significa la existencia perpetua en el sistema temporal, sino que se encuentra completamente fuera del tiempo”, Robert Lanza dixit. [3]

Yo no quiero decir que la muerte no existe, ni puedo asegurar que haya vida después de la muerte, no tengo esos alcances, porque de alguna manera yo misma le he experimentado al ver morir a quienes amo, a mi alrededor muchas personas la han experimentado de manera cercana y todos la hemos vivido con dolor y por supuesto que le tememos.

Creo que la comprobación de estas teorías realmente es irrelevante hasta cierto punto, creo que la muerte puede ser nuestra gran maestra y un regalo de vida.


Vivimos nuestra vida con el temor de perderla, el temor de perder es la raíz del temor a la muerte, los procesos de vida son muertes constantes, pérdidas constantes, al avanzar has dejado atrás el paso anterior, el lugar anterior, podrás pasar por el mismo sitio mil veces pero cada momento es único y cada paso es único, no existe otro igual, la vida solo tiene un instante que es este, la muerte en cambio tiene todos los instantes, todos los pasados, todos los momentos que ya no están y los momentos futuros también están ahí, donde no han llegado a la vida, donde no han llegado a ser.


Nos aferramos a la comprobación de la vida eterna, a buscar mundos paralelos, vida después de la muerte y todo eso, morimos sin haber vivido y buscamos conocer la muerte cuando solo se puede conocer viviéndose.


La muerte es como el amor, solo puedes conocer el amor por que lo vives, cuando observas una pareja por ejemplo, lo que ves solo es un síntoma del amor, cuando un cuerpo deja de funcionar solo es un síntoma de la muerte, el amor y la muerte solo se pueden conocer viviéndose con plena conciencia, y ni el amor es la pareja ni la muerte es el cuerpo.

Me pregunto, por qué aferrarnos a explicarla, a buscar más allá de ella, a temerle, o a evadirla, porque no simplemente asumimos que es parte de la vida, como respirar o estornudar, ¿Por que la vemos “mala” y “temible”?


Nos centramos en no perder, “no pierdas tu juguete” “no pierdas la escuela”, “no pierdas un título”, “no pierdas la pareja”, “no pierdas el trabajo”, “no pierdas tu manera de ser”, “no pierdas la vida” cuando en realidad no pierdes nada, cada momento, cada experiencia está en ti y se queda en ti, el más mínimo detalle de tu existencia está en ti; mi hija y mi padre ya no están en esta vida pero están en mi vida, viven intensamente y mi amor por ellos es total cada día, ellos no ha muerto, no he perdido nada, viven en mi y los hago vivir cada vez que honro su memoria con mis actos y mi alegría.


Desde aquí no me importa definir la muerte y buscar antídotos para la vida eterna, porque no es necesario. El perder es natural, como se caen las hojas en otoño y en primavera nacen nuevas para embellecer los árboles. Depende de ti, del cristal con que lo mires, de tu percepción acerca de todo, incluida la muerte y los finales. Si el nacimiento y la muerte son los dos momentos más importantes de un ser humano por que solo se celebra uno y no los dos.

Y qué sentido tendría todo si no hubiera un observador, el observador eres tú, en la medida que cada uno de nosotros ampliamos nuestra conciencia, manifestamos en nuestra vida otras posibilidades que se encuentran en el campo infinito donde ni la ciencia ni los gurús han podido terminar de explorar, todo eso está ahí, esperando ser revelado y manifestado por nosotros, mientras eso ocurre y encuentran el elixir de la vida eterna o comprueban que hay vida después de la muerte, creo que la magia está aquí y ahora, en este momento, en el instante donde la vida está siendo y dejando de ser, solo se puede conocer viviendo, así que vive, maravíllate de la generosidad de la existencia que hace reverdecer el árbol que estaba seco, conoce el amor, conócelo íntimamente vívelo, vive las pérdidas sin importar lo que se pierde por que aquello no se pierde en ti, y así, esperemos la muerte con alegría, con expectativa, como un niño a punto de descubrir lo más maravillosos de la vida.

Si la vida solamente es una de las expresiones de la muerte y la muerte una de las expresiones de la vida, y tienes hoy la vida, ¡Vívela! Llénate de ella y gózala aun en su expresión mortal, finalmente todo es vida y muerte.




Referencias bibliográficas:


[1] BBC News Mundo. (2019, 24 junio). Qué son las “partículas inmortales” que reviven a nivel cuántico (y cómo podrían revolucionar la computación). https://www.bbc.com/mundo/noticias-48752875



[2] BBC News Mundo. (2019, 24 junio). Qué son las “partículas inmortales” que reviven a nivel cuántico (y cómo podrían revolucionar la computación). https://www.bbc.com/mundo/noticias-48752875



[3] https://www.lavanguardia.com/cribeo/geek/20140418/47309434236/la-muerte-no-existe-segun-la-teoria-del-biocentrismo.html



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