top of page

Síndrome del Impostor

  • Foto del escritor: Rosy Villa
    Rosy Villa
  • 28 sept 2021
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 2 oct 2021

Las primeras en hablar del síndrome del impostor fueron las psicólogas clínicas Pauline Clance y Suzanne Imes en 1978 al referirse a las personas que, a pesar de las pruebas externas de su valía, se sentían un fraude y no reconocían sus capacidades. Actualmente, la doctora Valerie Youg afirma que 7 de cada 10 personas lo padecemos en algún momento de nuestra vida.


Hay bastantes estudios que nos arrojan otros datos interesantes a tener en cuenta:


  • Aparece fundamentalmente en personas de alto rendimiento.

  • Los hombres son un 18% menos propensos a pasar por el síndrome del impostor (es más habitual en mujeres).

  • El 86% de los jóvenes entre 18-34 años reconocen no merecer su puesto de trabajo.

  • En el sector tecnológico, más de la mitad de sus profesionales reconocen haber pasado por este síndrome.

  • La mayoría de las personas que lo sufren ven afectada su carrera profesional de alguna manera: sueldo bajo, menos promociones en la empresa, más dificultad al buscar empleo o no pasar del anonimato (esto último ocurre especialmente entre los emprendedores).

¿Qué es? Es una sensación abrumadora de no sentirte merecedor de tus logros, no reconoces tus capacidades y estás convencido de no ser tan inteligente, talentoso y creativo como los demás creen. Pero la sensación más terrible es la de ser descubierto por el fraude realizado y quedar expuesto públicamente. Que todo mundo se entere que el éxito no es por ti, sino por la suerte.


Hablemos de algunas posibles causas.


Causas generadas en la infancia.

Generalmente tiene que ver con una sobre exigencia al menor, cuando para los padres nada era suficiente y el menor era exigido ya sea escolarmente, deportivamente o en alguna actividad doméstica, se genera el síndrome por sentimiento de insuficiencia.

Nula afirmación; la falta total de afirmación genera que el sentido del Yo sea pobre, un niño que no es reconocido en sus resultados, carece de sentido de logro y cuando sea adulto no creerá que son propios, por lo tanto éste síndrome surgirá.

Sobreprotección; haber crecido sobreprotegido, sin espacio suficiente para cometer errores y corregirlos, con poca libertad para explorar las capacidades propias, hace creer a la persona que no es poseedora de estas capacidades, por lo tanto al tener un éxito, en ocasiones ellos mismos no pueden entender como lo consiguieron.


Causas del sistema familiar.

Muchas veces esta creencia de no ser merecedor del éxito tiene que ver con dinámicas familiares y muchas veces estás dinámicas vienen de varias generaciones atrás.


Despojos, culpas ocultas, lealtades de insuficiencia, familias donde valoraban en exceso los logros, o donde se tuvo que pagar precios muy altos por el éxito, etc. Cuando en un sistema familiar, se han perpetrado algunas situaciones como las citadas, a través del alma del sistema uno de los miembros busca inconscientemente equilibrar el sistema, desarrollando este síndrome.


Causas de tu relación contigo mismo.

-Autoconcepto pobre, significa que la persona tiene un concepto de sí mismo disminuido, empobrecido, por lo tanto la persona no percibe correctamente sus capacidades y talentos, no se cree capaz de los logros obtenidos y eso genera la sensación de fraude.

-Comparaciones, constantemente se está comparando con una persona o personas que él ve superiores, lo cual acentúa la percepción de insuficiencia, y de no merecer el logro.

-Aferrarse a errores cometidos en el pasado, la sensación de ser un fracasado por haber tenido un fracaso tiempo atrás.


Y la solución:


Reconoce lo que te pasa, tal vez sea el paso más difícil, porque reconocernos implica tener conciencia sobre la angustia o ansiedad sentida al momento de recibir una felicitación o éxito.


Comunícalo. El síndrome del impostor es más común de lo que crees, y al comunicarlo no sólo te darás cuenta de esto, sino que hablar te permitirá soltar un poco el estrés asociado y te dará nuevas perspectivas de tu situación y su solución.


Asiste a psicoterapia. Ahora ya sabes que detrás de este síndrome hay problemas de la infancia, de tu árbol genealógico y de tu relación contigo mismo que mejorarán de manera considerable cuando recibas ayuda.


Reconoce tus fortalezas y debilidades. En su justa medida reconoce tus fortalezas y debilidades, no existe una sola persona que haga siempre todo bien, pero tampoco una que haga siempre todo mal…..Reconoce que eres bueno seguramente en muchas cosas, puedes empezar a abrirte a aceptarlo, y desde ahí, puedes empezar a reconocer que eres digno de éxitos y si los has tenido, asume que son tuyos. ¿por qué no?


Conclusión


El síndrome del impostor es una gran oportunidad de aprendizaje y desarrollo personal, ya se que por ahora es difícil escuchar esto, pero si te das la oportunidad de cambiar la perspectiva, verás la gran oportunidad de sanar esos aspectos que lo están generando y el regalo que trae consigo: ¡¡ Disfrutar de tus éxitos!!





Comentarios


bottom of page